sábado, 15 de diciembre de 2012

ESTADO DE CUAHUILA


ESCUDO DEL ESTADO DE COAHUILA



HISTORIA DEL ESTADO

A diferencia de las culturas prehispánicas desarrolladas en Mesoamérica, como aztecas y mayas, las tribus indígenas que habitaron las tierras del norte de México no dejaron registro de grandes avances sociales, culturales o tecnológicos. Debido tal vez, a las difíciles condiciones de las áridas y secas tierras encontradas en esta región del país. Por lo que a los nativos del norte mexicano se les conoce con el despectivo nombre de chichimecas, el cual describe a las salvajes y violentas tribus nómadas que los conquistadores encontraron al llegar a tierras de la llamada Nueva España.


La falta de un gran legado prehispánico, se ve compensado con el importantísimo papel que los estados comprendidos en esta zona jugaron en la formación del México soberano e independiente; uno de estos estados es el de Coahuila de Zaragoza, el cual durante la época de la Conquista abarcaba también el estado norteamericano de Texas.

Cuando los conquistadores iniciaron la expedición del nuevo territorio en dirección al norte, se dieron cuenta que conforme más avanzaban, menos rastros de opulentas culturas indígenas y menos fértiles suelos encontraban, por lo que estas tierras fueron colonizadas más lentamente que el centro y sur del país.

En 1577 llegan enviados del Virreinato de la Nueva Vizcaya a fundar la actual ciudad de Saltillo bajo el mando de Alberto del Canto. No es sino hasta 1598 cuando la villa de la actual Parras es establecida.

Los constantes ataques que las tribus nómadas infligían sobre los asentamientos de los colonizadores y misioneros ayudaron a retrasar el desarrollo urbano del territorio de Coahuila. Por lo que a finales del siglo XVII, el Virreinato decidió enviar presidios, es decir guarniciones de soldados, que protegerían los incipientes asentamientos y a los viajeros que exploraban las tierras más al norte del entonces territorio mexicano.

En septiembre de 1821, durante el estallido de la Independencia Mexicana con el llamado a la libertad del cura Hidalgo en Guanajuato, la capital de la provincia coahuilense era Monclova, en donde se formó un inexperto ejército de 700 hombres que se sumaron a las filas insurgentes.

Los encuentros armados entre insurgentes y realistas (los defensores de la corona española) que se dieron en territorio coahuilense, sucedieron durante el primer año de la batalla. Y es que en 1811, las Cortes de Cádiz dieron inicio a la nueva guerra de ideas.

Unos meses después inició una nueva guerra, la guerra de ideas, la cual surgió entre aquellos que defendían la formación de una república central como transición natural después del dominio de la corona, llamados centralistas; y aquellos que proclamaban la defensa de la república federal, los federalistas.

Al mando de estos últimos se encontraba el coahuilense Miguel Ramos Arizpe, cuyas ideas de libertad de imprenta, abolición de monopolios comerciales, creación de municipios libres y la recta impartición de la justicia, entre otras, resultaron esenciales en la conformación de la nueva república.

El 24 de febrero de 1821, el Plan de Iguala firmado por Agustín de Iturbide proclamó el fin de 3 siglos del mandato español en suelo mexicano. La nueva república quedo constituida por 19 estados y 2 territorios. El nuevo estado mexicano de Coahuila comprendía oficialmente el territorio de Texas. Este territorio estaba originalmente poblado sólo por mexicanos, pero durante las revueltas sucedidas en el resto del país, colonos norteamericanos consiguieron permisos para establecer asentamientos norteamericanos en estas tierras.

La inexperiencia política y los choques de ideologías, dieron como resultado años de caos y revueltas políticas que sumieron a la incipiente república en grandes crisis. El gobierno de Antonio Lopez de Santa Anna destaca en este periodo debido a que en su afán de control total abolió la Constitución Mexicana y convirtió al país en una república central. El gobernador federal en Coahuila, Agustín Viesca, fue encarcelado y los habitantes de Texas, al ver la libertad estatal arrebatada, decidieron separarse de México en 1836. Ante tal noticia, el ejército central al mando del mismo Santa Anna, se dirigió a pelear con los tejanos. Ante su derrota, el presidente mexicano tuvo que firmar los tratados de Velasco en donde reconocía oficialmente la separación de Texas. En 1845, el nuevo estado soberano decidió anexarse oficialmente al vecino país de Norteamérica.

En 1856 el estado de Coahuila es anexado al estado de Nuevo León.

Años después, en 1863, los franceses deciden invadir México y coronan emperador mexicano al archiduque francés Maximiliano de Habsburgo. El entonces presidente liberal, Benito Juárez, se ve forzado a huir de la capital y se estableció en la ciudad de Saltillo, Coahuila.

En febrero del siguiente año, Benito Juárez ordenó la captura del entonces gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri, por su alianza con el emperador francés. Asimismo, decidió la separación de Coahuila de Nuevo León.

Durante la lucha de Juárez y sus seguidores por recuperar la soberanía nacional, 20 humildes campesinos coahuilenses resguardaron el invaluable archivo nacional, en la hoy conocida Cueva del Tabaco. Algunos de ellos tuvieron que soportar crueles torturas y en ocasiones la muerte, pero ninguno cedió ante la presión imperial de entregar los documentos.

En 1877, la república mexicana entró en una nueva etapa bajo el mando del Gral. Porfirio Díaz. Durante el porfiriato, como se le conoce a los 34 años que duró su dictadura, la inversión extranjera y algunos favorecidos suyos concentraron la riqueza del país, sumiendo a la población general, en extrema pobreza.

En 1810, las condiciones para la revuelta contra el porfirismo estaban dadas y el coahuilense Francisco I. Madero llamó a la insurrección nacional en el llamado Plan de San Luis. A su lado, se encontraba el también coahuilense Venustiano Carranza quien al fin de la Revolución Mexicana, se convirtió en gobernador de Coahuila.

El nuevo Presidente de México, Francisco I. Madero, fue pronto asesinado y su antiguo compañero revolucionario se vio en la tarea de levantarse en armas y de la mano de grandes líderes revolucionarios como Francisco Villa y Alvaro Obregón. En 1914, Venustiano Carranza se convirtió en Jefe del Estado Mayor mexicano.

En los años siguientes, los municipios de Coahuila continuaron su gran desarrollo económico y social con la fundación de escuelas de educación superior, la creación del primer sindicato de trabajadores, el sindicato minero; la instalación de plantas automotrices y la creación de la industria lechera a lo largo de la comarca Lagunera


PERSONAJES ILUSTRES



General de División
PABLO QUIROGA ESCAMILLA
(1875-1948)



          Nació en Ciénegas de Flores en el estado de Nuevo León, el 7 de junio de 1875. Sus padres fueron Genovevo Quiroga y Ursina Escamilla.

            Cursó la educación primaria elemental y superior en su casa con maestros particulares. Ingresó al Ejército como ciudadano armado, en el Cuerpo de “Voluntarios de Cananea” el 19 de febrero de 1913. Obtuvo todo sus ascensos por riguroso escalafón hasta alcanzar el grado de General de División el 1/o. de enero de 1933.

            Durante los años de 1913 a 1919 participó en setenta hechos de armas contra federales y villistas en los estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Guanajuato, Durango, Coahuila y Chihuahua.

            Desde su ingreso a la Revolución sirvió en los siguientes cuerpos: Cuerpo de “Voluntarios de Cananea”; Comandante Militar de la Plaza de Guadalajara, Jal.; Jefe de la 1/a. Brigada de Infantería; sin dejar el mando de dicha Brigada, fue también Comandante Militar de la plaza de Guadalajara, Jal.; nuevamente Comandante de una Brigada Mixta que operó en el estado de Coahuila; Jefe de Operaciones Militares en La Laguna; Jefe interino de la División de Occidente y Segunda del Noroeste; Jefe de la Columna Expedicionaria en los estados de Coahuila, Durango y Chihuahua y Jefe interino de las Operaciones Militares de los mismos estados; Jefe del Departamento de Infantería; Jefe de la 3/a. Brigada de Infantería, dependiente de la Columna Expedicionaria del Centro; Oficial Mayor de la Secretaría de Guerra y Marina; Subsecretario de la propia Dependencia en siete ocasiones; Secretario de Guerra y Marina, del 1/o. de julio de 1933 al 15 de junio de 1935; Jefe de la Guarnición de la Plaza de México, Posteriormente se le destinó como Jefe del Departamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares. Por segunda vez fue Oficial Mayor de la Secretaría de Guerra y Marina.

            Después de ser Secretario de Guerra y Marina pasó a disposición de la Dirección de Armas, posteriormente fue agregado al Estado Mayor de esta Secretaría, de donde prestó sus servicios como Comandante del la 6/a. Zona Militar y posteriormente Comandante de la 25/a. Zona Militar.

  Falleció en la ciudad de Lerdo, Dgo., el 26 de junio de 1948.



GENERAL IGNACIO ZARAGOZA (1827-1908)

El General Ignacio Zaragoza participó activamente en el movimiento liberal y se adhirió al Plan de Ayutla en 1853. En 1857 combate en la filas liberales durante la Guerra de Reforma, y en 1862 alcanza una gloriosa victoria contra el ejército francés en la batalla de Puebla.

MIGUEL RAMOS ARIZPE (1775-1843)

Miguel Ramos Arizpe es considerado como padre del federalismo mexicano, este sacerdote y político coahuilense promovió la creación del estado de Coahuila y Texas, señalando a Saltillo como su capital. Ramos Arizpe fue secretario de Hacienda en 1832.


MANUEL ACUÑA (1849-1873)

Destacado poeta saltillense cuya admiración por Rosario de la Peña lo llevó a escribir el famoso “Nocturno a Rosario”, poema de amor no correspondido. En su obra se advierte su pasión por los temas sociales, ya que creía que podía redimir a la humanidad por medio de la educación y de las ciencias.

FRANCISCO I. MADERO (1873-1913)

Francisco I. Madero nació en 1873 en la Hacienda del Rosario, en Parras de la Fuente. Fue presidente de México y caudillo de la Revolución. A través de su libro La sucesión presidencial llama al pueblo a participar en las elecciones presidenciales. En 1910, al reelegirse Porfirio Díaz como presidente, Madero es apresado y llevado a San Luis Potosí, donde da a conocer el famoso “Plan de San Luis”. Posteriormente, Madero toma posesión como presidente de la República en noviembre de 1911 y muere asesinado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez en febrero de 1913, por órdenes de Victoriano Huerta.

VENUSTIANO CARRANZA (1859-1920)

Venustiano Carranza nació en Cuatro Ciénegas, don Venustiano fue presidente de la República. El 5 de febrero de 1917 promulga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la misma que todavía nos rige. También fue un destacado revolucionario, con una importante trayectoria política: presidente municipal de Cuatro Ciénegas, diputado local y federal, senador y gobernador del estado de Coahuila. Carranza muere asesinado el 2 de mayo de 1920 en Tlaxcalaltongo, Puebla.


ASPECTOS GEOGRÁFICOS






Nombre oficial del estadoCoahuila de Zaragoza
CapitalSaltillo
Coordenadas geográficas extremasAl norte 29° 53', al sur 24° 32' de latitud norte; al este 99° 51', al oeste 103° 58' de longitud oeste. (a)
Porcentaje territorialEl estado de Coahuila de Zaragoza representa el 7.7% de la superficie del país. (b)
ColindanciasCoahuila de Zaragoza colinda al norte con Estados Unidos de América; al este con Estados Unidos de América y Nuevo León; al sur con Nuevo León, Zacatecas y Durango; al oeste con Durango, Chihuahua y Estados Unidos de América. (a)
FUENTE: (a)INEGI. Marco Geoestadístico, 2000. (b)INEGI-DGG.Superficie de la República Mexicana por Estados. 1999.




Municipios y Cabeceras Municipales 2000



Clave
MunicipioCabecera municipal
001AbasoloAbasolo
002AcuñaCiudad Acuña
003AllendeAllende
004ArteagaArteaga
005CandelaCandela
006CastañosCastaños
007CuatrociénegasCuatrociénegas de Carranza
008EscobedoEscobedo
009Francisco I. MaderoFrancisco I. Madero
010FronteraFrontera
011General CepedaGeneral Cepeda
012GuerreroGuerrero
013HidalgoHidalgo
014JiménezJiménez
015JuárezJuárez
016LamadridLamadrid
017MatamorosMatamoros
018MonclovaMonclova
019MorelosMorelos
020MúzquizCiudad Melchor Múzquiz
021NadadoresNadadores
022NavaNava
023OcampoOcampo
024ParrasParras de la Fuente
025Piedras NegrasPiedras Negras
026ProgresoProgreso
027Ramos ArizpeRamos Arizpe
028SabinasSabinas
029SacramentoSacramento
030SaltilloSaltillo
031San BuenaventuraSan Buenaventura
032San Juan de SabinasNueva Rosita
033San PedroSan Pedro
034Sierra MojadaSierra Mojada
035TorreónTorreón
036ViescaViesca
037Villa UniónVilla Unión
038ZaragozaZaragoza
FUENTE: INEGI. Coahuila de Zaragoza. XII Censo General de Población y Vivienda 2000.


LEYENDAS




                                                                                     “El Cerro del Muerto”

                                                                                     Autor: Manuel Saúl Facundo


Cuenta una antigua leyenda, que el buen Juan Diego, conducía a cuestas por la senda que va al pueblo, dos grandes fardos de rosas frescas y níveos nardos.  Ya muy cansado se sentó a la vera del emparrado; abrevó en la linfa de los manantiales de “Romaguera”, comió uvas fragantes de la madura viña y, adormecido por la fatiga, sobre el buen Juan Diego, sus tenues velos tendió Morfeo.
Las ninfas que se crean en las claras linfas de “Romaguera”, hicieron diabluras a sus delicias a costa del indio bueno, que fuera elegido por la Guadalupana para que, por las estepas de nuestro suelo,  llevara las frescas rosas que serían crisálidas maravillosas de un cuento, que al transformarse en seres tomarían la forma de las mujeres; y fueron las ninfas del cuento, las que hurtaron las alforjas al buen Juan Diego y desperdigaron por los viñedos y las praderas su contenido, con la pericia de un labriego fuera sembrando en el milagro de nuestro suelo.
De ahí nacieron nuestras mujeres, de alma grande y faz serena. Inigualadas, benditos seres que, en sus reclamos, son fieles y leales; en sus amores siempre abnegadas; sólo que como mujeres, afilan garras que semejan a los puñales con los que vengan afrentas si son burladas.
De las espinas de aquellas rosas y el redivivo germen de los parrones en amalgama, nació la estirpe de los varones de fama tan mexicana, porque caldea en ellos el alma brava, en su espíritu hay entereza que se reafirma con la lealtad, y en sus modales y en sus acciones, son generosos sus corazones que se inclinan por la piedad, pero en la contienda, se revelan como la pujanza de bravos leones; por eso Ciénegas de Carranza tiene prestigio de ser el pueblo de promisión; en sus entrañas se fertiliza la gloria de sus hazañas en los claros timbres de su historial; nobleza adentro y nobleza afuera, todo se funda en la lealtad y en su alma hay gran cariño que le inspira como oblación, legarlo todo si se lo pide, la paz bendita de la Nación.
Y el indio triste, el elegido, buscó los fardos que no encontró, y como un proscrito siguió vagando sin punto fijo; ascendió la cumbre de la montaña y desde la altura, quedó observando que florecían allá en los huertos, las bellas rosas de sus alforjas. Rendido por la fatiga, cumplida así su misión se sintió extenuado, aterido, yerto y, abandonándose en la cumbre de la montaña, petrificado quedó su cuerpo; entonces se obró el milagro y el cerro, que todos llaman allá en mi pueblo, CERRO DEL MUERTO.

                                                                              

                                                                                  “El Callejón del Diablo”
                                                                              Autor: Froylán Mier Narro
En el pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, la calleja que andando el tiempo se llamaría del Diablo estaba formada por casas, huertas y solares pertenecientes a los colonos tlaxcaltecas.  Pero causas inevitables iniciaron la penetración de españoles y criollos en el nuevo poblado.
Uno de ellos, don Juan de Solís, originario de la villa española, era muy estimado por sus cualidades de hombre decente y súbito leal de la Católica Majestad del Rey de las Españas. Tenía sesenta años, aunque bien disimulados por su complexión sana y robusta, estaba casado con una hermosa mujer señora bastante más joven que él, de la que tenía un hijo inteligente y gallardo.  Este mozo había cumplido, a la sazón, dieciocho años, estudiaba humanidades con los padres del Convento de San Francisco, y andaba ya en los primeros escarceos amorosos, aunque todavía inocentes, protegido por las blanduras maternales, a espaldas del padre.
Con firmes convicciones y arraigada fe religiosa, con mujer bella y hacendosa, con un hijo aventajado intelectual y físicamente, bienquisto de sus convecinos, en situación económica modesta, pero desahogada, don Juan de Solís poseía elementos bastantes para considerarse dichoso. Pero no era así, por desgracia.  El buen caballero había caído en la más torturante flaqueza que puede enseñorearse de un corazón apasionado: la de creer que su esposa le era infiel, que defraudaba el entrañable amor que él sentía por ella, y le deshonraba ante la opinión de las gentes.
Una noche, después de las ocho, regresaba a su casa.  Era invierno y todas las puertas estaban cerradas y las calles oscuras y solitarias. Caminaba el caballero pensativo y cabizbajo. De pronto se dio cuenta de que alguien venía tras él. Se detuvo y puso mano a la espada, pues aunque sabía que la seguridad de personas y bienes era proverbial en la villa, no estaban demás las precauciones en medio de aquella soledad y de aquellas tinieblas.  El que venía, se emparejó con don Juan, le saludó respetuoso y afable, y siguió caminando a su vera.  Era un tlaxcalteca, más viejo que joven y vestido modestamente, a usanza de la clase trabajadora.

-¿Quién eres? – le preguntó don Juan.
- Blas Cázares, servidor de su merced.
- Gracias.
- Conocí al abuelo y al padre y al padre de su merced… Veo con frecuencia al niño don Juan, que por cierto, es el vivo retrato de su abuelo, y me recuerda lo bueno que era aquel caballero, no agraviando a lo presente. Siempre he tenido cariño por la casa de su merced.
- Te lo agradezco, y tengo mucho gusto de haberte conocido… ¿Y que haces por aquí a estas horas? ¿Vives en este barrio?
- Voy a buscar a un amigo, y después, a mi casa, que es la de su merced, en el callejón de Los Tejocotes.
Habían llegado a la esquina de la calle del Mezquite (hoy de Carranza 1936) y el callejón cuyo primitivo se ignora y que después se ha llamado del Diablo.
- Volveremos a vernos- dijo don Juan, haciendo ademán de despedirse.
- Antes de separarnos- insinuó el tlaxcalteca bajando la voz, no obstante la soledad y el silencio de la calle-  quiero decir a su merced una cosa que le interesa.
- A ver…
- Su merced cavila y sufre porque cree que su esposa lo engaña.
-¿Cómo te atreves a hablarme de esas cosas? -exclamó don Juan con tono severo y altivo.
- Porque quiero a su merced y deseo hacerle un servicio: dentro de cuatro días le presentaré pruebas claras de que se equivoca, o de que no se equivoca.
Una promesa de certidumbre, en un sentido o en otro, tiene para el celoso atracción irresistible. Ante aquella posibilidad de saber, de calmar definitivamente la duda y la inquietud, se desvaneció la orgullosa susceptibilidad de don Juan, que no experimentó ya otro sentimiento que conocer la verdad cualquiera que ésta fuese.
- Si señor, se lo prometo. Nos veremos en esta misma calle y a esta misa hora… Que pase su merced buenas noches.
Y se apartó, perdiéndose en las sombras. Don Juan se quedó unos minutos inmóvil, como anonadado por la impresión de aquella promesa, sin saber a ciencia cierta si le daría o no crédito.
La noche en que el plazo vencía, caminaba lentamente don Juan de Solís por la misma calle y a la misma hora que la vez anterior, y como entonces, cercado de oscuridad y silencio.  “¿Vendría Blas Cázares a hacerle la revelación prometida? ¿Iría a dejarlo en aquella incertidumbre y ansiedad espantosa?”
Repentinamente surgió de las sombras el tlaxcalteca, como si hubiera brotado de la tierra, y aproximándose a don Juan le dio las buenas noches.
-¿Y bien? – preguntó el caballero sin disimular su impaciencia.
- Por desgracia- dijo mesuradamente Blas Cázares- lo que sospechaba su merced es cierto.
- ¡Las pruebas!… ¿Dónde están las pruebas? –exclamó el caballero con un grito ahogado, mezcla de sollozo y rugido de cólera.
- Mañana finja su merced un viaje.  Vuelva en la noche, y ocúltese en algún hueco próximo a su casa… Entre las doce y la una, verá llegar a un hombre de capa larga y sombrero de anchas alas… Cuando él esté llamando suavemente a la puerta, podrá su merced, si así lo desea, tomar la debida venganza… Volveremos a vernos.
El tlaxcalteca se apartó rápidamente de don Juan sin darle tiempo nuevas interrogaciones.
-¡Escucha! ¡Espera!
El caballero avanzó en seguimiento de Blas Cázares, pero éste, doblando la esquina, había desaparecido.
A la mañana siguiente partió don Juan de Solís para Santa María de las Parras, al desempeño de una comisión oficial, que según anunció a su mujer, le ocuparía una semana.  Pero apenas salió a despoblado, cuando en vez de seguir adelante, se adentró en un bosque de huizaches, a la vera del camino, y teniendo su capa en el lugar más espeso y escondido, se tumbó a devanar sus pensamientos y a esperar la noche.
Entre alternativas de intentos razonables y descabellados pero presintiendo que llegado el caso, se dejaría llevar por el impulso primordial del furor y venganza, pasaron las horas que le parecían interminables, y al fin se cerró la noche, tenebrosa y destemplad, como convenía a sus fines.
Por el extremo norte que daba a solares despoblados, a milpas y tierras baldías, entró don Juan en el callejón donde estaba su casa, y se escondió arrimándose al tronco de un nogal corpulento, a dos metros de su puerta.  Todo estaba oscuro y callado. Era ya más de la medianoche y el caballero comenzaba a cansarse.  Unos pasos sonaron  a lo lejos y parecía que se acercaban lentamente; un bulto se dibujo en las sombras, primero confuso y definiéndose luego como el de un hombre rebozado en larga capa y calado hasta los ojos el sombrero de anchas alas.  Se detuvo en la puerta de don Juan de Solís y llamó con tres suaves golpes.  El caballero salió rápidamente de su escondite y sepultó su espada en el cuerpo del desconocido que cayó en tierra sin defenderse ni lanzar una queja.
Casi al mismo tiempo la puerta se abrió; don Juan saltó hacia dentro con la espada en la mano y el rostro transformado por una mueca de salvaje furor.  Su esposa corrió hacia la puerta.  El instinto de la madre adivinó lo que había pasado.  El la siguió sobrecogido.
-¡Es mi hijo!… ¡Mataste a mi hijo! –gimió la pobre mujer arrojándose sobre el cadáver ensangrentado.

Don Juan acercó el velón al rostro del muerto que había caído con la cabeza apoyada en el umbral… Lanzó horrible grito, y huyó hacia la calle, como una fiera perseguida.  Se había vuelto loco.
Algunos mese después recobró la razón y declaró ante su juez la historia de su crimen. Se comprobó que Blas Cázares no había existido nunca en el pueblo de San Esteban ni en la villa de Santiago del Saltillo. ¿Nombre supuesto? Quizás. ¿Pero quién podía haber tenido motivos suficientes para hacer un mal semejante?
La gente creyó que había sido el Diablo quien celoso de las virtudes de don Juan de Solís, le preparó tan espantosa celada, y nadie dudó de que el Enemigo Malo campeaba por sus respetos en aquel callejón que desde entonces tomó su nombre.



ATRACTIVOS Y ATRACCIONES   TURISTICAS



Reservas Ecológicas
Lugares Turisticos a CoahuilaEntre las numerosasatracciones turísticas de Coahuila, destacan por su belleza las reservas ecológicas y las áreas naturales protegidas, de las cuales se encuentra una gran cantidad a lo largo de todo el territorio coahuilense. En muchas de estas reservas existen especies vegetales o animales en peligro de extinción, y algunas de ellas, como el Área de Protección de Flora y Fauna Cuatro Ciénegas, son mundialmente famosas.
Actividades en CoahuilaOtro de los parques destacados es el Parque Nacional Balneario Los Novillos, ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos. En esta hermosa zona natural abundan diversas especies vegetales y animales. Por su parte, la Reserva de la Biósfera Mapimí destaca no sólo por su belleza sino también por ser en ella donde se encuentra la famosa Zona del Silencio. La Reserva de la Biósfera Mapimí fue la primera zona en ser considerada como reserva a nivel nacional. En esta área puede realizar un grato recorrido y observar la extraordinaria fauna y el paisaje.
San Pedro de las Colonias
Atracciones en CoahuilaSan Pedro de las Colonias es una pequeña ciudad ubicada a unos 60 kilómetros de Torreón. Pequeña y apacible, la ciudad de San Pedro resguarda un pasado lleno de historia de gran importancia nacional. San Pedro es considerada cuna de la Revolución Mexicana, al ser escenario de la memorable batalla del 12 de abril de 1914, cuando Francisco Villa derrotara a las fuerzas federales del general Victoriano Huerta. En San Pedro Usted puede visitar diversos atractivos como el Museo de la Revolución, en donde se resguarda el libro que escribiera Francisco I. Madero poco antes del inicio de la Revolución: "La Sucesión Presidencial". También se exhiben fósiles y armas de la revolución, así como diverso material de carácter histórico.
En San Pedro de las Colonias también puede visitar el templo de San Pedro Apóstol, ubicado frente a la plaza principal. Esta hermosa iglesia guarda el estilo arquitectónico sobrio de la ciudad y es la iglesia más importante de San Pedro de las Colonias.
La Zona del Silencio
Atractivos Turisticos CoahuilaLa llamada Zona del Silencio se encuentra justo en el punto donde se unen los estados de Chihuahua, Durango yCoahuila. Esta enigmática y atrayente área desértica es objeto de múltiples estudios e investigaciones por parte de numerosos estudiosos y científicos. El área, que abarca aproximadamente 40 kilómetros cuadrados, es un impactante atractivo natural para todos sus visitantes.
Uno de los elementos que más llaman la atención dentro de la Zona del Silencio es que en ella es prácticamente imposible transmitir de manera normal ondas de radio, debido principalmente a la alta concentración magnética que existe en la zona. Al entrar en la Zona del Silencio, Usted estará prácticamente incomunicado con el exterior. Dentro de la zona probablemente no recibirá señales de radio o telefonía celular, y es muy difícil que funcione cualquier brújula. A cambio de esto, Usted podrá disfrutar un extraordinario contacto con la naturaleza, en un ambiente apacible y tranquilo, descubriendo especies animales y vegetales únicas, y experimentando un inspirador contacto con la naturaleza.
Valle de Cuatro Ciénegas
Lugares Turisticos Coahuila
A unos 80 kilómetros de Monclova, dentro del Valle de Cuatro Ciénegas, habitan cientos de especies endémicas y en peligro de extinción, por lo que se le considera como uno de los lugares más enigmáticos del mundo. Según estudios de la NASA, es aquí donde pudo haberse originado la vida, debido a las cianobacterias que fueron las creadoras de la fotosíntesis.

Actividades CoahuilaEste valle cuenta con más de 200 pozas, lagunas y balnearios de aguas termales que se extienden como oasis de arenas blancas en el centro del desierto. En ellas se pueden encontrar especies únicas, como la tortuga bisagra, el pez ciego, el pez perrito, plantas, reptiles y moluscos. A pocos minutos del valle se hallan las Dunas de Yeso que asemejan un paisaje lunar.
En algunas de las pozas, como Las Playitas, se permite nadar y acampar. Otras, además, son ideales para disfrutar canotaje, como en Río Los Mezquites. Algunas, Atracciones en Coahuila Méxicocomo Poza Azul, son de incomparable belleza y riqueza natural, pero están abiertas al público únicamente para la observación, pues está estrictamente prohibido nadar o introducirse en ellas. La Poza de la Becerra, por su parte, es el centro recreativo con mejor infraestructura y servicios turísticos. Cuenta con aguas termales y es posible acampar, divertirse en sus canchas de voleibol o rentar kayaks.
En el kilómetro nueve de la carretera 30 Cuatro Ciénegas-San Pedro, cerca de Poza Azul, se encuentra el Centro de Información de Cuatro Ciénegas, donde se puede solicitar información ecoturística, encontrar guías especializados para visitar las pozas y comprar recuerdos de su visita a Cuatro Ciénegas. Junto al Centro de Información se encuentra un santuario de tortugas y peces endémicos de la región.



TRAJES TÍPICOS DEL ESTADO



Mujer:
El traje típico es muy alegre y de gran colorido, pues tiene flores y grabados alusivos a la región; o bien, cactáceas propias del lugar, así como franjas sencillas que rematan en holanes del mismo vestido.
El traje se complementa con reboso y botas
Hombre:
Camisa vaquera, pantalón de mezclilla y botas. 







  COMIDA TIPICA 



En la cocina de este Estado destacan los tamales, las empanadas, las enchiladas, los picadillos, las conservas y los guisados hechos con chile guajillo, cascabel o pasilla. Por supuesto, hay cabrito en todas sus formas, desde asado hasta salseado. También son estupendos los cortes de carne, pues no olvidemos que en la Comarca Lagunera se da una de las mejores carnes del país, que se pueden acompañar con los famosos vinos de Parras y de Cuatro Ciénegas, o bien con un sabroso pulque.


En cuanto a los panes, nada mejor que las regias campechanitas y un buen pan de pulque, con ese sabor dulzón que también puede acompañar a un platillo salado. Y si preguntamos por las frutas, encontraremos las gloriosas manzanas de Arteaga o los higos y los duraznos que se dan en gran parte del estado. Finalmente, no podemos dejar de mencionar los dulces, que son tantos y tan variados, basta con decir que hay quesos de higo y nuez, como los que hace doña Goyita en Parras, o los de piñón .Si va a Coahuila, no deje de preguntar por los platillos tradicionales del estado, seguramente alguien, con mucho gusto, le pasará una rica receta que usted nunca olvidará.


























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